Cómo viajar si sufres fibromialgia. Recomendaciones de una/un vecina/o

Lo primero que nos viene a la mente cuando nos proponemos hacer un viaje de turismo, es cómo responderá nuestra enfermedad ante esta situación y todo lo que debemos tener en cuenta; tomar algunas medidas nos puede ayudar a llevar mejor la situación y evitar contratiempos.

No se debe intentar abarcar demasiado, ni que las visitas sean demasiado largas, deberíamos confeccionar un itinerario con espacios de descanso y teniendo en cuenta que es mejor repartir las zonas, agrupando las visitas en un mismo espacio, divididas en mañana y tarde, haciendo los planes por días, pero pudiendo modificar el orden en relación al estado en que nos encontremos.

Deberíamos hacer una lista de todo lo que tenemos que meter en la maleta, también tener en cuenta el clima. Lo fundamental es la medicación, llevar siempre de más e ir preparado para cualquier sorpresa, sobre todo si vas al extranjero, se debe de llevar un papel con toda tu medicación que este firmado y sellado, además no todos los medicamentos  están aceptados en todos los sitios y tampoco se deben de sacar de su envase original, por los controles aduaneros. Si se elige el avión debemos ir con bastante antelación, los aeropuertos pueden ser muy agobiantes y algo importantísimo es que si viajas acompañado, que sea una persona que conozca bien tu enfermedad, que sea compresivo y que sepa parar cada vez que lo necesitas. Lo peor para la fibromialgia es estar muchas horas sentada sin moverte.

El alojamiento es un punto al que se le debería prestar especial atención, si tu bolsillo lo permite, intenta que sea un hotel lo más cómodo posible y con mucha limpieza, además de céntrico o al menos de fácil acceso desde los puntos turísticos que vayas a visitar. Aparte si el recorrido de la mañana, con parada para comer, al de la tarde pasas de una zona a otra, siempre se puede coger un taxi y lo ganas en salud.

Evitar largas colas y aglomeraciones de gente, hay que tener un poco de sentido común e ir descansando siempre que sea `posible, llevar siempre agua encima o parando a tomar algún refresco, el cuerpo debe de estar siempre bien hidratado. No cargar ningún peso, el vestuario ideal para viajar  debe ser muy cómodo y que no sea ajustado, además de especial atención en la elección de calzado que sea suave, flexible, cómodo y a poder ser que sea usado. También debemos tener en cuenta que cada día al salir del hotel repasemos que llevamos toda la medicación y los analgésicos suficientes para no pasar malos momentos, y lo que siempre ayuda es estar siempre positivo y que la fuerza de voluntad puede mover montañas.

La mente es como un potente ordenador, que nosotros debemos dominar a ser posible e intentar darle nosotros las órdenes al cerebro y no dejarnos abatir ante el dolor, demostrar hasta donde podamos, que somos más fuertes y vamos a conseguir aguantar.

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