"Los gansos y la Santa Inquisición", por Juan José Cánovas

(Estimulando las neuronas y ejercitando la Libertad de Expresión. Que también tengo Derecho)

Hace muchos años (en el primer ciclo de mi formación) tuve un maestro al que yo aprecié mucho. Tanto que murió hace poco rondando los 100 años y siempre me saludaba con afecto, "a pesar de ser comunista" y el empeño que él había puesto para que pensase lo contrario.

Incluso un día -en 2003-, en la Plaza de la Balsa Vieja, le presenté a Julio Anguita (también Maestro de Escuela) con el que estuvo un rato de charla, "echándome flores" por mi compromiso político, "aunque él simpatizaba más con el finado Franco en sus ideas".

A aquel maestro le apodaban "el Ganso". Desconozco el origen del mote que en este pueblo somos muy dados a "bautizar". Si ya a su anciano padre, le llamaban ese apodo, imagino le venía de herencia a don Alfonso que así se llamaba el enseñante.

"El Ganso" era un maestro de aquellos que tenía la vara encima de la mesa (y la utilizaba. "¡¡Pon la mano!!", ordenaba ante cualquier travesura para aplicar el doloroso correctivo. "Si, pa que me des...", contestaban algunos) Nos hacía rezar el rosario todos los sábados en la clase y de rodillas.

Repartía aquella leche en polvo que nos enviaron los americanos con el Programa "Bienvenido Mister Marshall" (Los repartidores siempre tenían ración doble) y que a mi me llego a gustar; aunque no se podía comparar con la leche de las cabras del "Pulpo" y la Salvadora, a pesar de que la "aguase" un poco el picaron de Fulgencio.

También se echaba sus siestas, "El Ganso", en la mesa desde donde controlaba al personal, que se volvía incontrolable ante la modorra del maestro, incluso a llegar a atarle las cordoneras de ambos zapatos.

Una parte muy importante de nuestra formación, además de la Religiosa y Pia, era la de la "Formación del Espíritu Nacional", Falange Autentica y tal. "El Ganso", siempre nos daba loas a Franco, al Régimen y nos hablaba de lo malos y malvados que habían sido lo rojos y lo que debíamos agradecer al Caudillo. Incluso a veces, nos animaba a cantar el "Cara al Sol" o "Yo tenía un camarada, entre todos el mejor...".

No podía, el maestro aquel, cuestionar al Régimen, del que era "Afecto Incondicional", que le permitía ejercer en eso años negros para mi y brillantes para otra gente. "Nunca llueve a gusto de todos".

Los maestros "no afectos" a Franco ya fueron "purgados", despojados de su trabajo o, no pocos fusilados por el "Simpático Régimen, tras la Victoria, al que tanto le debemos". como es natural, "El Ganso", siempre nos ponía de ejemplo de dictaduras, las comunistas de Rusia, donde según el "se comían los unos a los otros".

Un día, lo recuerdo con bastante nitidez, se remontó en la Historia y nos habló de la "Santa Inquisición". "La Santa Inquisición hizo cosas muy buenas desde los Reyes Católicos hasta, un Gran Rey, llamado Fernando VII..., nos adoctrinaba con fruición no disimulada "El Ganso".

"Si escuchamos a los franceses, nos dirían que era muy malo el Santo Oficio. Pero gracias a sus Tribunales, castigos y Autos de Fe, hoy somos Católicos, Apostólicos y Romanos. Le debemos mucho a la Inquisición y a Torquemada...", nos recalcaba don Alfonso.

Con los años -intentando informarme-, llegué a mis conclusiones y sin influencias sectarias. La HISTORIA no era como me la había contado don Alfonso en esos inicios y me hice una idea crítica y libre de algo que me atraía y considero muy importante.

Como es natural, jamás intentaré hacer ver a nadie algo que no crea sea verdad. Imagino que el bueno de "El Ganso", estaría convencido de sus lecciones y nadie lo cuestionaba por miedo a catalogarnos de herejes (palabra/calificativo/insulto que gustaba utilizar cuando se le cuestionaba algo) o Anatema.

Y en esas estamos, casi 55 años después: "Los gansos siguen volando sobre nuestras cabezas", mientras algunos recordamos los tiempos pasados que -a pesar de todo-, no fueron tan malos.

Era un placer, cuando comenzaba a contrastar la historia, ver como se desmontaba aquellos "Castillos Sectarios". Y es que "la verdad, solo tiene un camino..."

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