El Peugeot 3008 es un SUV moderno, popular y fiable que se ha convertido en un éxito de ventas en muchos países europeos, incluida España. Cómodo para la ciudad y seguro en carretera, este coche puede durar muchos años si se le da el mantenimiento adecuado. Uno de los componentes clave es la correa de distribución, conocida en España como Correa distribución Peugeot 3008.
Este elemento sincroniza el movimiento de las válvulas y los pistones del motor. Su fallo puede causar daños graves al motor. Para la mayoría de los modelos 3008 de primera y segunda generación, el intervalo recomendado para el cambio de correa es entre 100.000 y 160.000 km o cada 6–10 años. Sin embargo, es mejor no esperar al límite y prestar atención a los síntomas de desgaste.
1. La correa tiene más de 5 años
Incluso si tu Peugeot 3008 solo ha recorrido 40.000 o 50.000 km, pero la correa tiene más de 5 años, debes cambiarla. Con el tiempo, el material se deteriora, se vuelve menos elástico y aparecen microgrietas. Esto es especialmente importante si has comprado un coche de segunda mano con “pocos kilómetros”.
2. El motor arranca con dificultad o ha perdido fuerza
Si la correa se ha saltado un diente, la sincronización del motor se altera. El conductor puede notar que el motor arranca mal, pierde potencia o funciona de forma inestable al ralentí. En estos casos, es fundamental revisar el estado de la correa y su tensión.
3. Humo en el escape
Si la correa está desincronizada, la mezcla de combustible y aire no se quema completamente, lo que provoca emisiones de humo azul o negro y puede dañar el catalizador. Una razón más para inspeccionar el sistema de distribución cuanto antes.
4. Ruidos extraños del motor
Golpeteos, clics o chirridos provenientes de la zona del motor pueden ser señales de que algo va mal con la correa, los rodillos o la bomba de agua. Si el coche ya ha recorrido cerca de 100.000 km, acude a un taller para una revisión.
5. Pérdidas de aceite o refrigerante
Manchas de aceite o anticongelante cerca del compartimento de la correa son una señal de advertencia. Estos líquidos aceleran el deterioro de la goma. Las causas más comunes son retenes dañados o una bomba de agua con fugas.
6. Daños visibles en la correa
Si tienes acceso visual a la correa, comprueba su estado. Cualquier grieta, desgaste irregular o restos de aceite son motivo suficiente para sustituirla. Recuerda que las correas de baja calidad se desgastan mucho más rápido.
7. El motor no arranca aunque el motor de arranque gira
El peor escenario es la rotura completa de la correa. En este caso, los pistones chocan con las válvulas, que pueden doblarse, lo que provoca pérdida de compresión. El motor de arranque girará, pero el coche no arrancará. Esto puede requerir una reparación mayor o incluso la sustitución del motor.
Si tienes un Peugeot 3008 o estás pensando en comprar uno, no escatimes en el mantenimiento de la Correa distribución Peugeot 3008. Reemplazarla a tiempo evitará averías graves del motor. Esto es especialmente importante para los coches utilizados en climas cálidos, con mucho tráfico urbano y trayectos cortos — condiciones habituales en muchas ciudades de España.
